6.1.3. Realidad virtual y aumentada (AR y VR)

Con la introducción de la realidad aumentada y la realidad virtual en el sistema educativo, la experiencia de aprendizaje en el aula ha experimentado un cambio tremendo, particularmente en vista de cómo el aprendizaje se vuelve mucho más inmersivo que los métodos tradicionales basados ​​en el aula (Dengel y Mägdefrau, 2018; De Freitas et al. , 2010). A diferencia de las imágenes simples y los experimentos prácticos en el laboratorio, los estudiantes ahora pueden ver versiones mejoradas de imágenes y objetos en sus dispositivos móviles a través de herramientas de realidad virtual, lo que hace que el aprendizaje sea una experiencia atractiva. Algunas de las características más ventajosas de la realidad virtual en el aula es su capacidad para reducir las distracciones. Gadelha (2018, p. 40) afirma que “al bloquear las distracciones visuales y auditivas en el aula, la realidad virtual tiene el potencial de ayudar a los estudiantes a conectarse profundamente con el material”. No hay ventanas en el aula que distraigan la atención cuando los estudiantes se sumergen directamente en el tema que están investigando. Este nivel de inmersión también tiene el beneficio de ayudar a los estudiantes a hacer conexiones en el mundo real entre la materia y sus propias vidas, así como a crear conexiones entre los conceptos que están estudiando y sus efectos en el mundo (Bonner y Reinders, 2018).

Sin embargo, el uso de la tecnología de realidad virtual viene acompañado de sus propios problemas y dificultades. Los críticos de AR y VR han señalado que mientras que AR y VR brindan una vista mejorada de una imagen real, la realidad virtual también puede crear una percepción falsa de la realidad alrededor de los estudiantes. Este es un fenómeno que a menudo se aborda como “Cybersickness”, una forma de cinetosis que se produce como resultado de la exposición a la RV y que puede ir desde un leve dolor de cabeza hasta una respuesta emética (Bockelman y Lingum, 2017). Además, existe un alto nivel de preocupación por las influencias negativas de los entornos interactivos de realidad virtual sobre las implicaciones sociales. Los usuarios que participan en el mundo virtual pueden volverse insensibles a su entorno real y perder el contacto con la interacción humana, con sus compañeros a través de la interacción social (Hu-Au y Lee, 2017). Estas observaciones muestran los límites que tienen estas tecnologías inmersivas para el aprendizaje.